El general Eduardo Pazuello, un militar sin experiencia en el área, asumió este sábado como ministro interino de Salud de Brasil en medio de la crisis generada por el Covid-19 tras la renuncia de los dos últimos titulares por discrepar con el presidente Jair Bolsonaro sobre el combate a la pandemia.
Pazuello, que el mes pasado había sido nombrado como viceministro de Salud de Brasil por Bolsonaro, ejercerá interinamente como titular hasta que el jefe de Estado decida al sustituto de Nelson Teich, que renunció el viernes, informó este sábado el Ministerio en un mensaje en Twitter.
"El general Pazuello asume interinamente el Ministerio. Conozca su currículo que incluye diversas condecoraciones por su trabajo", asegura la publicación, que enumera los cargos ejercidos por el militar a lo largo de su carrera como oficial del Ejército brasileño, ninguno de los cuales vinculado al área de Salud.
Pazzuello, que, así como Bolsonaro, se formó como oficial y paracaidista en la Academia Militar de Agujas Negras, se especializó en comando y en políticas y estrategias aeroespaciales, según el currículo divulgado por el Ministerio.
Durante la mayor parte de su carrera ejerció cargos en el área de logística de las Fuerzas Armadas, entre los cuales el de coordinador de logística del Ejército durante los Juegos Olímpicos que Río de Janeiro organizó en 2016 y el de comandante de la Base Logística en la triple frontera entre Brasil, Argentina y Paraguay.
Antes de asumir como viceministro de Salud se desempeñaba como coordinador logístico de la Operación Acogida, la iniciativa lanzada por el Gobierno brasileño para recibir y atender a los miles de venezolanos que cruzan la frontera huyendo de la crisis política, económica, social y humanitaria de su país.
El militar asumió interinamente en el lugar de Teich, que el viernes renunció al cargo que ocupó por 28 días y que, pese a que no explicó los motivos de su decisión, tenía públicas divergencias con Bolsonaro en torno a las estrategias para combatir la pandemia en Brasil.
En contramano del jefe de Estado, que insiste en negar la gravedad de la pandemia y en criticar las medidas de distanciamiento social, Teich había manifestado su apoyo al confinamiento social como herramienta de combate a la pandemia y se dijo sorprendido con la decisión del jefe de Estado de autorizar el funcionamiento de salones de belleza y gimnasios.
La gota que al parecer colmó la paciencia del ministro fue la decisión de Bolsonaro de imponer como norma el uso de la cloroquina para el tratamiento de todos los pacientes con COVID-19 pese a que la eficacia de esta medicina no está comprobada y en algunos casos se ha mostrado contraproducente.
Teich, quien el próximo domingo cumpliría un mes en el cargo, es el segundo ministro de Salud que deja el Gobierno desde que el 26 de febrero fue detectado el primer caso de coronavirus en Brasil.
Presiones similares a las que sufrió Teich, y por los mismos motivos, llevaron al jefe de Estado a destituir a su antecesor, Luiz Henrique Mandetta, un firme promotor de las cuarentenas, cauto con la cloroquina y que cayó hace apenas un mes atrás.