Un grupo de científicos asentados en Australia dio cuenta de un misterioso hallazgo espacial: ondas de radio provenientes de uno de los bordes de la constelación de Leo y cuya antigüedad se ha estimado en unos 6.000 millones de años.
Según informó el diario español ABC, el descubrimiento fue realizado por el radiotelescopio Australian Square Kilometer Array Pathfinder (Askap), ubicado en región de Geraldton, y difundido a través de la publicación especializada The Astrophysical Journal Letters.
El reporte consigna "la detección de una ráfaga rápida de radio extremadamente brillante", clase de fenómeno que dura apenas unos pocos milisegundos y que en los últimos 10 años (desde su primer descubrimiento) sólo anota dos docenas de casos registrados.
La causa de éstos es un enigma, pero sí se ha determinado que muestran niveles de luminosidad mayores a "cualquier pulso visto en la Vía Láctea", consigna la revista.
Jean-Pierre Macquart, investigador de la Universidad de Curtin, explicó que la ráfaga en cuestión era extremadamente brillante y que encontrarla "fue tan fácil como pescar un pez en un barril".
La explicación del fenómeno, sin embargo, aún es incierta: "Hemos hecho un duro problema aún más difícil", dijo Ryan Shannon, otro de los científicos.