A los 40' del partido entre España y Rusia, Gerard Piqué intentó rechazar un centro al área y acabó desviando la trayectoria del balón con una mano, algo que provocó un penal y el 1-1 con el que los "osos" forzarían una serie desde los 12 pasos tras la prórroga, donde finalmente se impusieron por 4-3.