Los confirmados fallecidos murieron dentro de sus autos, intentando escapar de las llamas en la carretera. El mayor de los tres siniestros ha arrasado 28 mil hectáreas y consumió gran parte de la localidad de Paradise, que tenía unos 26 mil habitantes. Debido a los fuertes vientos, el humo se desplaza cientos de kilómetros y ha alcanzado el área de la bahía de San Francisco, donde se ha declarado alerta roja por la mala calidad del aire.