"Se va a producir un punto de inflexión ya que se van a celebrar conversaciones con los talibanes en Pakistán", afirmó el ministro de Información, Fawad Chaudhry. Estados Unidos había estado presionado para llevar a los insurgentes a la mesa de negociación.

El secretario interino de Defensa, Pat Shanahan, llegó sorpresivamente al país asiático. En los últimos meses, talibanes y representantes de EEUU han mantenido contactos en los Emiratos Árabes Unidos y Qatar.

Atentado en una base de la principal agencia de inteligencia afgana es uno de los más mortíferos perpetrado contra ese ente en 17 años de conflicto. El Consejo Provincial de Maidan Wardak asegura que unos 60 cuerpos han sido recuperados de las ruinas en las últimas horas.

En el lugar se produjo un tiroteo con las fuerzas de seguridad. Hasta el momento se desconoce si existen víctimas fatales.

Es la mitad de los efectivos desplegados por Estados Unidos en el país. La medida se suma a la salida de los militares que se encuentran actualmente en Siria.

La Policía afgana tiene en marcha una operación para liberar a los rehenes con el apoyo de ancianos tribales. Los autores, que no han sido identificados, dejaron ir a los ancianos, mujeres y niños.

Según la ONU, más de tres millones de afganos están bajo la amenaza de "grave inseguridad alimentaria" y necesitarán ayuda de emergencia en los próximos meses. La crisis ha agudizado la práctica del matrimonio infantil implicando, por lo menos, a 155 niñas y a seis niños.

El hecho tuvo lugar cerca de un salón de bodas.

La detonación tuvo lugar en las inmediaciones de la prisión de Pul-e-Charkhi. Ningún grupo insurgente ha reclamado por el momento la autoría de la acción.

Entre las víctimas hay varios altos cargos del gobierno regional de Farah y altos mandos militares. Los talibanes aseguraron haber derribado la aeronave.

Al menos un policía murió y otras seis personas resultaron heridas, mientras que el autor fue abatido instantes antes de que la carga estallara. Ningún grupo ha reclamado por el momento la autoría de la acción.

El ataque fue reivindicado por los talibanes, que ya dejaron decenas de muertos en las elecciones del último fin de semana. Los fallecidos corresponden a personal de mantenimiento del cuartel.

Se permitió que 401 locales abrieran este domingo en un imprevisto segundo día de votaciones. El gobierno confirmó que al menos 36 personas fallecieron y otras 127 resultaron heridas en las parlamentarias.

Los intentos talibanes de boicotear los comicios parlamentarios se han traducido en 166 ataques en centros electorales. El Gobierno afgano desplegó en todo el país 70.000 soldados y policías para garantizar la seguridad.

Abdul Jabar Qahraman era calificado por los talibanes como "el general comunista". Ataque de los insurgentes en su oficina de campaña causó además otros tres muertos y siete heridos.