Dos organizaciones evangélicas del Biobío anunciaron una serie de acciones judiciales contra el Estado de Chile, entre ellas una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), por la prohibición de las actividades religiosas en la región debido a la pandemia de coronavirus.
El mes pasado la Corte de Apelaciones de Concepción revocó la decisión de la Seremi de Salud, que días antes había levantado la medida que suspendía las misas y cultos, dispuesta entonces tras un brote de contagios registrado en un templo evangélico de San Pedro de la Paz; de esa manera, el tribunal de alza restituyó la disposición.
En este marco, la Unidad Evangélica de Chile y la Coordinadora Entidades Evangélicas Pentecostales acusan vulneraciones en la región "al ejercicio de la libertad de culto, lo que amenaza con ser sometidos a detenciones arbitrarias por agentes del Estado, a ser procesados por presuntos delitos que no tienen respaldo jurídico, y a la situación de tener que decidir entre obrar clandestinamente en el ejercicio de nuestros derechos".
Por ello, recurrirán a la CIDH por una presunta violación a las libertades religiosas establecidas en la Convención Americana de Derechos Humanos, acción fundada -argumentan- "en las diversas vulneraciones materializadas en detenciones, contradicción de normativa jurídica, funas, presiones de las autoridades y similares".
También presentaron un recurso de protección ante la Corte de Concepción para que restablezca la realización de actividades religiosas y adopte "las providencias inmediatas a fin de evitar el trato discriminatorio hacia la iglesia Evangélica", ya que, denuncian, las autoridades regionales "han otorgado explícitamente autorización de funcionamiento a grupos deportivos y no religiosos, practicando la policía detenciones ilegales, entre otras diversas vulneraciones, que sólo han incitado al odio de la población en general contra nosotros".
A eso se suma un recurso de amparo a fin de que cesen las detenciones contra pastores que realizan cultos.
Asimismo, anunciaron una querella contra quienes resulten responsables de haber interrumpido un culto en Hualpén, a fines de mayo, y solicitará la intervención del Instituto Nacional de Derechos Humanos para que requiera información a Carabineros por presuntos "malos tratos en calabozo" contra el pastor Leonel Espinoza, detenido por haber encabezado esa actividad religiosa, prohibida en la región en el marco de la pandemia.
Además, convocaron una manifestación para esta mañana en la plaza de la Independencia de Concepción.
Intendente: "La libertad de culto está, pero hay que ajustarse" en pandemia
Sobre estas denuncias, el intendente del Biobío, Sergio Giacaman, recalcó que lo que está restringido son las aglomeraciones y no la libertad de culto.
"Nuestro deber es velar por la salud de las personas. Ahora, si hay dudas y ellos quieren proceder están en su derecho y serán los tribunales quienes tendrán que tomar una decisión, pero creo que hemos sido bastante claros en que la libertad de culto está y que en tiempos de pandemia lo que hay que hacer es ajustarse y promover cultos o celebraciones eucarísticas en línea", dijo la máxima autoridad regional.
"Esperamos que ese sea el espíritu que se mantenga, porque de esa manera evitamos aglomeraciones", acotó el principal representante del Gobierno en el Biobío.
Opiniones distintas
El abogado Carlos Adams dijo que denunciaron a la CIDH porque "hemos visto que en nuestro país no resulta suficientemente satisfactorio que los tribunales se pronuncien".
"Justamente a eso se presentó una medida de protección en favor de los pastores a través de un recurso de protección y un recurso de amparo preventivo a fin de evitar nuevas detenciones", añadió.
Sin embargo, esta decisión evidenció un quiebre entre las agrupaciones que reunen a las iglesias evangélicas, precisamente porque la Coordinadora Regional se desmarcó de las acciones judiciales emprendidas.
El pastor Juan Marcos Godoy, presidente de la instancia que agrupa a la mayor cantidad de iglesias en el Biobío, dijo que "no compartimos dicha declaración de una demanda hacia el Estado ni representa el espíritu del mundo evangélico de la Región del Biobío".
"En el contexto que estamos viviendo de pandemia mundial, estado de catástrofe en nuestro páis, con más de mil muertos en la nación y cientos de personas contagiadas con coronavirus no es tiempo de demandas", agregó.
