El Gobierno pidió a los países de la región que "presten atención" de lo que está ocurriendo en Haití, donde las violentas protestas, que se prolongan por ocho días en reclamo de la renuncia del presidente del país, Jovenel Moise, han provocado la muerte de al menos nueve personas.
"Estamos consultando a otras Cancillerías de la región porque queremos que se preste atención a lo que está ocurriendo en Haití. Desde luego nos preocupa enormemente", enfatizó el canciller Roberto Ampuero.
Ampuero señaló que lo que Chile está planteando ahora es su preocupación por la situación que ocurre en Haití y también expresó que se están "haciendo votos y desplegando algunos esfuerzos para que vuelva a restablecerse el orden y la tranquilidad en ese país".
El ministro de Relaciones Exteriores anticipó que el Ejecutivo está en estrecho contacto con sus consulados y su embajada en ese país caribeño con el fin de saber la situación de los chilenos que viven en Haití, "que son alrededor de 50 o 60", precisó.
"Fundamentalmente son personas jóvenes que están prestando servicios de ayuda humanitaria, social a través de Organizaciones No Gubernamentales. Estamos en contacto con ellos como corresponde a través de nuestro consulado e informándonos de su situación", concluyó.
Haití entró este jueves a su octavo día consecutivo de paralización y protestas en reclamo de la renuncia del presidente Moise, situación que está provocando pérdidas millonarias en diferentes sectores.
La capital del empobrecido país, Puerto Príncipe, sigue paralizada, con las escuelas y los bancos cerrados, así como los negocios y las estaciones de combustibles, que temen más saqueos como los que se han producido en estos días de protestas, en las que al menos nueve personas han muerto en los violentos disturbios.
Las manifestaciones, que han aumentado la inseguridad en esta nación caribeña y provocado un clima de caos e incertidumbre, se producen en medio de una severa crisis económica, que se agravó este año por una fuerte depreciación del gourde, la moneda oficial, y por la crisis de electricidad derivada de la escasez de gasolina.