En entrevista con Lo Que Queda del Día, de Cooperativa, la abogada penalista Francisca Millán, especialista en casos vinculados a violencia de género, comentó este martes los casos del exsubsecretario del Interior Manuel Monsalve y del exfutbolista Jorge Valdivia, acusados de violación.
La socia fundadora de AML Defensa de Mujeres señaló que "este tipo de noticias son evidentemente impactantes y pueden tender a conmocionar a las personas al momento de conocerlas, pero son lamentablemente también de muy común ocurrencia" y necesitan, por lo tanto, ser abordadas de manera pública y constructiva.
"Hoy día se han vuelto una conversación pública que es importante, que es necesaria de dar y, si se hace además de manera adecuada, puede ser incluso constructiva, en el sentido de problematizar el fenómeno de la violencia sexual", afirmó la jurista, antes de enfatizar que la violencia sexual es un fenómeno social que afecta principalmente a las mujeres, pero también a hombres y niños.
Enfatizó que estas conversaciones públicas "son oportunidades que, bien conducidas, pueden servir para abrir conversaciones importantes, sobre todo aquellas que se sitúan en la libertad sexual, en la educación sexual, en cómo se forma el consentimiento, en cómo se entiende la formación del consentimiento para efectos de ir avanzando en sociedades menos violentas".
DIFERENCIAS ENTRE AMBOS CASOS
Ante la pregunta de por qué Valdivia fue rápidamente detenido y formalizado, mientras que Monsalve aún no, Millán no comparó directamente los casos pero sugirió que la diferencia se debe a la flagrancia y la disponibilidad de pruebas en cada caso.
"Si bien estamos ante el mismo delito y al parecer tiene algunas características similares en cuanto se trata de víctimas adultas, conocidas, en las que podría haber mediado el consumo de algún tipo de sustancia, lo cierto es que cada caso concreto tiene sus propias características que van arrojando la forma en la que los procedimientos se conducen o se van tomando decisiones que no son comparables", indicó la penalista.
En el caso de Valdivia, señaló, "estamos ante una denuncia que se hace, según lo que hemos conocido, en el contexto de flagrancia; es decir, que han ocurrido en menos de 24 horas desde el momento en que se ha cometido el delito presunto hasta el momento en que esto se denuncia efectivamente".
Esto activa normas procesales especiales que permiten una reacción más directa y rápida "para recabar la prueba que pudiera perderse en el fondo de manera más lejana en el tiempo; para poder evitar la intensidad de las consecuencias del delito; para poder evitar, en definitiva, que en este caso el denunciado tenga algún margen de acción para evadir la intensidad probatoria que pudiera arrojar la investigación".
Millán destacó que la denuncia inmediata es clave en los delitos sexuales, ya que permite una investigación más efectiva. Sin embargo, cuando la denuncia se hace después de un tiempo, es más difícil acceder a pruebas y elementos probatorios.
"Habiendo realizado una denuncia, por ejemplo, luego de haber transcurrido una cantidad importante de tiempo, muy probablemente esas mismas cosas ya no van a estar disponibles, aunque haga una gestión mañana, pasado mañana, o en tres semanas", subrayó.
CONSUMO DE ALCOHOL
Finalmente, Millán abordó la problemática de los delitos sexuales cuando hay consumo de alcohol involucrado, el que puede afectar la capacidad de la víctima para tomar decisiones libres y seguras, lo que puede ser aprovechado por el agresor para cometer la agresión.
"Cuando media un alto consumo de alcohol o una cantidad de alcohol que genera en esta persona un daño en su posibilidad sobre manifestar su voluntad de manera libre, espontánea, segura, etcétera, evidentemente se encuentra, en definitiva, en una situación aprovechada por quien comete el delito para poder pasar por sobre esa voluntad y cometer su fin sexual en este caso. Entonces, el consumo de alcohol es evidentemente un tema de toda relevancia en este tipo de delitos y lamentablemente muy común, muy propio de dinámicas, además, de personas que realmente se conocen, que están cercanas, que están en algún contexto que termina en cuestiones como esta y que lo que son, en definitiva, es un atentado a la libertad de esa persona a haber decidido, en el fondo, la manera en la que se relaciona ahí", expuso la abogada.
"Hay mucho desconocimiento en esto. Hay muchos estereotipos, hay mucha falta de educación sexual, en que pareciera que se ponen sobre sospecha las denuncias de esta naturaleza solamente por el hecho de haber mediado alcohol, pero lo cierto es que también debemos avanzar en una cultura que normalice el consentimiento explícito, inequívoco y entusiasta como la única forma de entender por posible la constatación de una dinámica de carácter sexual", añadió.