La cifra, informada por el ministro Marco Antonio Ávila en un encuentro con organizaciones ligadas a la materia, considera todos los niveles y modalidades educativos.
También reportó datos sobre ausentismo: el 39% de la matrícula total registró inasistencia grave -asistencia menor al 85%- entre marzo y septiembre.
Los efectos de la pandemia del Covid-19 siguen latentes en la educación chilena, pues del 2021 al 2022 más de 50.000 alumnos abandonaron el sistema escolar, según cifras del Ministerio de Educación.
Según informó el ministro Marco Antonio Ávila en un encuentro con más de medio centenar de organizaciones de la sociedad civil ligadas a la materia, "se registran más de 50.000 estudiantes desvinculados entre los años 2021 y 2022 en todos los niveles y modalidades".
En detalle, de acuerdo con La Tercera, el Centro de Estudios del Mineduc detectó que 50.529 estudiantes que estaban matriculados en 2021 no aparecieron como tal este año, número que es 24% mayor respecto de 2019, antes de que se desatara la crisis a causa de la pandemia.
La entidad calculó, a modo de contexto, que 227.000 alumnos de entre cinco y 24 años estaban fuera del sistema luego de abandonarlo entre 2004 y 2021 o, incluso, que nunca ingresaron en ese período.
La cartera también reportó datos sobre ausentismo escolar: la asistencia promedio nacional acumulada entre marzo y septiembre de 2022 fue del 83%, 5,3 puntos porcentuales menos que en 2019.
Se detectó una inasistencia grave (asistencia menor al 85% entre marzo y septiembre) en 1.239.330 estudiantes, que representan cerca de un 39% de la matrícula total del sistema.
De acuerdo con el matutino, el Mineduc presentará en los próximos días un plan para promover la asistencia, la revinculación y la continuidad de trayectorias educativas, con acciones para enfrentar la desvinculación escolar.
La directora de Educación2020, Alejandra Arratia, dijo sobre el origen que este "es un problema que trasciende a la pandemia pero que se ha visto exacerbado" por la misma, debido a razones de "vulnerabilidad socioeconómica, que ha presionado a muchos niños y niñas a poder ayudar en sus casas y de la exclusión educativa, cuando de una manera se vio quebrado su vínculo con las escuelas, porque no podían conectarse ni participar de las clases online".
En tanto, el ministro Ávila dijo que están planteando "varias" medidas para la revinculación, en el marco de la política de reactivación educativa integral; "entregar un reporte cada dos meses donde cada establecimiento recibe el listado de sus estudiantes día por día y los días que asisten", adelantó.
Por parte del Colegio de Profesores, el presidente Carlos Díaz catalogó como "grave" que se conozca la cifra casi al término del año escolar, ya que "seguramente no va a ser posible remediar esa situación durante el 2022". Hacemos un llamado al Ministro de Educación para generar un plan completo, que permita resolver la problemática".
Liliana Cortés, directora ejecutiva de la fundación Súmate del Hogar de Cristo, opinó en El Diario de Cooperativa que si bien la política de reactivación educativa del Mineduc Seamos Comunidad "es un buen camino (pues) tiene una mirada integral, espera abordar de alguna forma la revinculación", lo primordial ahora es "impulsar políticas que sean mucho más masivas, no en la lógica de un piloto pequeño".
Para la experta, se deben "poner recursos que cambien la ruta, y empecemos a encontrar una solución a esta problemática, y a construirla con la sociedad civil y todos los actores de la comunidad educativa de aquí en adelante".
Cortés ejemplificó que en 2021 se aprobó una modalidad de reingreso "como una forma de atender esta situación más particular, y eso todavía no tiene implementación ni financiamiento", mientras que la subvención de la educación para jóvenes y adultos -conocida como "2x1"-, actualmente es "muy precaria".
De acuerdo a un estudio elaborado por su fundación en 2019, este trabajo costaría en promedio, "con todos los niveles de especialización y los más altos estándares de calidad, 500 mil pesos mensuales", aunque hoy en día también baraja experiencias que implican un desembolso de 300 mil pesos por niño al mes.
