El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, juró este jueves para un segundo período de Gobierno que lo mantendrá en el poder hasta el año 2025 en medio de acusaciones de ilegitimidad por la forma en que el líder chavista consiguió la reelección.
El mandatario tomó juramento ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), en Caracas, acompañado por otros seis jefes de Estado que fueron los únicos en asistir a este acto señalado por opositores y buena parte de la comunidad internacional como el inicio de la "usurpación" de la Presidencia de Venezuela.
"Juro a nombre del pueblo de Venezuela (...) que no daré descanso a mi brazo ni reposo a mi alma y que cumpliré y haré cumplir todos los postulados y mandatos de la Constitución", dijo Maduro ante el presidente del TSJ, Maikel Moreno, y en medio de los aplausos de simpatizantes.
El juramento, indicó el mandatario, es un compromiso con el que procura "defender la independencia e integridad absoluta de la patria, procurar llevar a la prosperidad social y económica a nuestro pueblo y construir el socialismo del siglo veintiuno".
La toma de posesión se lleva a cabo en el TSJ y no en el Parlamento como indica la constitución porque el Supremo declaró a la Cámara en "desacato" en 2016, pocas semanas después de que la oposición se hiciera con la mayoría de los escaños.
Durante su discurso, Maduro cuestionó a los gobiernos extranjeros y aseguró que Venezuela es "una democracia de verdad. Una democracia de la clase obrera, de los humildes, los trabajadores. No una democracia de elites, de magnates, de millonarios".
OEA anunció que no reconocerá su nuevo mandato
La legitimidad del segundo mandato de Maduro ha sido cuestionada por la oposición venezolana y numerosos gobiernos extranjeros que no reconocen los resultados de las elecciones de mayo pasado en las que el jefe de Estado fue reelegido con cerca del 70 por ciento de los votos.
En esa línea, en medio del discurso del mandatario, la Organización de Estados Americanos acordó "no reconocer la legitimidad del período del régimen de Nicolás Maduro a partir del 10 de enero de 2019", y llamó a que se celebren nuevos comicios "en una fecha cercana" con observación internacional.
En una reunión extraordinaria de su Consejo Permanente, una resolución en ese sentido presentada por Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, EE.UU., Perú y Paraguay logró 19 votos a favor, 6 en contra, 8 abstenciones y una ausencia, y será transmitida "inmediatamente" al secretario general de las Naciones Unidas.
En la resolución, los países integrantes de la OEA llamaron "a la realización de nuevas elecciones presidenciales con todas las garantías necesarias para un proceso libre, justo, transparente y legítimo".
Dicho proceso, de acuerdo al documento, debe celebrarse "en una fecha cercana con presencia de observadores internacionales".
En ese sentido, reafirmaron que "solo a través de un diálogo nacional con la participación de todos los actores políticos y otros actores interesados venezolanos, se podrá alcanzar la reconciliación nacional y acordar las condiciones indispensables para celebrar un nuevo proceso electoral que refleje realmente la voluntad de los ciudadanos venezolanos y resuelva de manera pacífica" la crisis.
La resolución demanda además "la inmediata e incondicional liberación de todos los presos políticos".