Las restricciones a los movimientos y el choque económico por el covid provocaron un bajón superior al 30 por ciento en las llegadas de inmigrantes a los países de la OCDE en 2020, que se quedaron en 3,7 millones, el nivel más bajo desde 2003.
El hundimiento fue particularmente pronunciado en Estados Unidos, el principal receptor de migrantes, ya que con un descenso del 44 por ciento a 576.000 personas se quedó en la menor cifra del siglo XXI, indica la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en su informe anual sobre migraciones presentado este jueves.
También fueron marcados los retrocesos en otros de los países a los que en los últimos años se habían ido a vivir grandes cantidades de extranjeros, en particular España (-38 por ciento a 209.200), Canadá (-46 por ciento a 184.600) e Italia (-35 por ciento a 124.300).
La caída fue más moderada en Alemania (-26 % a 458.600) o el Reino Unido (-30 % a 243.600) pese al Brexit, así como en Francia (-21 % a 229.700).
MÉXICO SE DESMARCA DE TODA LA OCDE
México se distinguió por ser el único país de la OCDE que recibió más migrantes en 2020 (54.200) que en 2019, en concreto un 40 por ciento más, aunque tiene que ver con la acogida humanitaria de decenas de miles de personas llegadas esencialmente de Centroamérica y que vieron frustrado su objetivo de llegar a EE.UU.
Por lo que respecta a los otros dos miembros latinoamericanos del conocido como el "club de los países desarrollados", en Colombia las entradas sufrieron un descalabro del 56 por ciento a 91.100 personas y en Chile del 39 por ciento a 154.600.
Se da la circunstancia de que entre 2010 y 2019 Chile había tenido unos flujos muy importantes en términos proporcionales, de forma que el porcentaje de población nacida en el extranjero pasó en ese periodo del 2 al 8 por ciento.
En total en 2020 había en la OCDE 136 millones de personas que habían nacido en otro país, lo que representaba un incremento anual medio del 3 por ciento desde 2015.
El agrupamiento familiar fue una de las modalidades de migración que más afectada se vio por la pandemia, con una contracción en 2020 que se estima en un 35 por ciento.
También fue muy significativo el descenso en los movimientos de trabajadores temporeros a países como Estaos Unidos (37 por ciento), Australia (37 por ciento), Canadá (43 por ciento), Japón (65 por ciento) y Corea del Sur (57 por ciento). La caída para empleos de vacaciones alcanzó el 59 por ciento.
Los permisos para estudiantes extranjeros, después de muchos años de crecimiento ininterrumpido, se hundieron un 70 por ciento en Estados Unidos y en Canadá y un 40 por ciento en los países europeos.
CAÍDA DEL 31% DE LAS DEMANDAS DE ASILO
El número de demandantes de asilo sufrió una contracción similar a la de los inmigrantes, del 31 por ciento hasta 830.000, el mayor retroceso en términos proporcionales desde el final de la crisis en los Balcanes a comienzos de 1990.
No obstante, el volumen de solicitudes de asilo se mantuvo relativamente elevado, ya que fue superior a las que se habían registrado cualquier año antes de 2014, con la excepción del pico que hubo en 1992.
Aunque en números absolutos disminuyeron respecto a 2018 y 2019, los venezolanos fueron por segundo año consecutivo la primera nacionalidad de demandantes de asilo en países de la OCDE, con 70.928, al superar a afganos (66.031), sirios (62.509), guatemaltecos (40.72), colombianos (36.120) y salvadoreños (32.986).
En 2019, 2,2 millones de personas adquirieron la nacionalidad de alguno de los 37 Estados de la OCDE, una cifra que no se había alcanzado nunca y que supuso un alza del 12 por ciento respecto a 2018.
Estados Unidos, con 843.000 naturalizaciones, representó por sí solo un 38 por ciento del total, y la primera nacionalidad fueron los mexicanos, un 14 por ciento del total.
Los mexicanos fueron, de hecho, la segunda nacionalidad más numerosa entre los que fueron naturalizados ese año en la OCDE (129.000, solo por detrás de los 156.000 indios), y un 95 por ciento de ellos se hicieron ciudadanos de Estados Unidos.