El opositor Ejército Libre Sirio (ELS) anunció que aumentará los ataques contra las fuerzas del régimen tras la reelección del presidente Bachar al Asad en las elecciones realizadas el martes.
El vocero del ELS, Qasem Saadedin, señaló que "en las próximas semanas, veremos una evolución en la situación sobre el terreno con un aumento de los ataques de la oposición armada contra las fuerzas de Al Asad en todas las partes de Siria".
La situación continuará "hasta la caída de Al Asad y de sus bandas criminales", agregó.
Además, la Coalición Nacional Siria (Cnfros), principal alianza política opositora, consideró que las elecciones "no representan al pueblo".
"El régimen terminó ayer los últimos capítulos de la farsa teatral con el anuncio de la victoria del criminal Al Asad en unas elecciones boicoteadas por la mayoría de los sirios en el interior", indicaron.
Al Asad tuvo un 88,7 por ciento de los sufragios, en unas elecciones que lograron un 73, 4 por ciento de participación.
Derrota de la comunidad internacional
Desde la vereda contraria, el reelecto Bachar al Asad señaló que "el alto porcentaje de participación supone un mensaje rotundo a Occidente y a los países implicados en la guerra de que el pueblo sirio verdadero determina su propio destino y siempre mira al futuro".
"Las victorias del pueblo sirio y los resultados logrados por Irán, especialmente en el asunto nuclear, junto a los cambios positivos en varios estados de la región nos dan confianza y esperanza sobre el futuro de los pueblos de la región", aseguró.
El primer ministro Wael al Halqi adelantó que continuará la lucha antiterrorista, "así como las victorias prometedoras del Ejército para eliminar el terrorismo del suelo sirio, a cualquier precio y sacrificio".
El analista Ahmad Hach Ali ironizó con las críticas que se han realizado a las elecciones, ya que "nadie puede ahora negar el gran respaldo que Al Asad disfruta en el país. Ya sé que muchos en Occidente dicen que las autoridades han forzado a los sirios a ir a votar, pero "¿cómo es posible que obliguemos a los refugiados en el Líbano, Jordania y otros países a ir a las urnas?".
Para el catedrático Ibrahim Abdalá, "el mundo debería admitir que las elecciones legitiman la permanencia de Al Asad en el poder".
En su opinión, la comunidad internacional debe "reconocer que ha perdido y que Al Asad ha ganado".