El Ministerio de Exteriores sudanés anunció este lunes que rompe las relaciones diplomáticas con Irán "de forma inmediata" y "en solidaridad con el Reino de Arabia Saudita", informó la agencia oficial de noticias Suna.
En un comunicado, el Departamento de Exteriores explicó que detrás de esta decisión está el "asalto brutal a la embajada saudí en Teherán y su consulado en Mashhad", que tuvieron lugar en la noche del sábado.
Asimismo, pidió al embajador iraní en Jartum que abandone el país, con todos los miembros de la misión diplomática, y retiró al embajador sudanés en Irán.
El Ministerio condenó las "intervenciones iraníes en la región" basadas en el sectarismo y la "negligencia del Gobierno iraní" en los asaltos a las legaciones diplomáticas saudíes, calificándolos de "práctica hostil y extremista".
Sudán se unió el pasado marzo a la coalición árabe liderada por Riad que interviene en el Yemen contra los rebeldes chiíes y en 2014 cerró los centros culturales iraníes en el país, en un intento de limitar la influencia de Teherán.
La decisión de Sudán llega poco después de las medidas tomadas por varios países suníes del Golfo.
El gobierno emiratí anunció una disminución de su representación diplomática en Irán, después de que Bahrein y Arabia Saudita rompieran las relaciones diplomáticas con Teherán de forma total.
Todos ellos citaron como principal motivo los ataques contra las legaciones diplomáticas saudíes este fin de semana en Irán, dentro de las protestas por la ejecución del clérigo chií Nimr Baqir al Nimr en Arabia Saudita.
Su muerte ha desatado una ola de críticas y condenas por parte de la comunidad chií de Oriente Medio, así como disturbios en los países con población chií, como Bahrein, y en la provincia saudí de Al Qatif, de donde era originario Al Nimr.
Los países árabes del Golfo pérsico han acusado reiteradamente a Irán de interferir en sus asuntos internos y de apoyar a la oposición chií que pide más derechos e igualdad y que suele ser reprimida por las autoridades suníes.