La presidenta de Moldavia, Maia Sandu, denunció fraude electoral tras la victoria del No el domingo en el referéndum constitucional sobre el ingreso de la antigua república soviética en la Unión Europea (UE).
"Tenemos pruebas e información de que un grupo criminal se proponía comprar 300.000 votos. Esto es un fraude sin precedentes cuyo objetivo es comprometer la democracia", dijo en una brevísima comparecencia ante los medios.
Sandu subrayó que "hoy, al igual que los últimos meses, la libertad y la democracia en Moldavia han sido objeto de un ataque sin parangón", según informó el portal moldavo Newsmaker.
"Grupos criminales, asociados con fuerzas extranjeras, atacaron nuestro país con mentiras y propaganda (...) No dejaremos de defender la libertad y la democracia. Esperaremos los resultados definitivos y volveremos con soluciones", añadió.
Las encuestas daban la victoria al Sí, pero, según la Comisión Electoral Central, el No sumaba casi un 54% de los votos tras el escrutinio de casi el 90% de los sufragios emitidos.
SOSPECHAS SOBRE RUSIA
La presidenta se refería al Kremlin y al prófugo oligarca Ilon Shor, al que la Fiscalía moldava acusó en vísperas de la votación de crear desde Moscú un esquema fraudulento para la compra de unos 130.000 votos con 15 millones de dólares depositados en bancos rusos.
Según otras fuentes, Rusia habría dedicado 100 millones de dólares a boicotear el referéndum para incluir en el preámbulo de la Constitución la aspiración de los moldavos a integrarse en el bloque europeo.
Durante las últimas semanas tanto la UE como Estados Unidos denunciaron numerosos intentos por parte de Moscú de desestabilizar la situación en Moldavia con vistas al referéndum europeísta.
La consulta popular del domingo fue boicoteada por el candidato del Kremlin, Alexandr Stoianoglo, y también por su otro gran valedor, el expresidente socialista, Igor Dodon, estrecho aliado del jefe del Kremlin, Vladímir Putin.