Más de 15.000 personas, según la policía, protestaron este domingo en Atenas por el accidente ferroviario que el pasado 28 de febrero dejó 57 muertos, en una nueva jornada de movilizaciones masivas en todo el país contra el Gobierno conservador, al que los manifestantes responsabilizan por el estado de deterioro de las infraestructuras.
Miles de trabajadores, universitarios, y escolares marcharon por el centro de la capital para demandar que se haga justicia y denunciar las políticas de privatización en el sector ferroviario.
"Las privatizaciones cuestan vidas" y "Son asesinos", se podía leer en pancartas que levantaron los manifestantes frente al Parlamento griego.
"No los dejaremos en paz. No dejaremos que este crimen se olvide", señaló el secretario general del Partido Comunista de Grecia (KKE), Dimitris Kutsumbas, que participó en la protesta.
En Salónica, la segunda ciudad de Grecia, miles de universitarios y trabajadores salieron también a la calle en protesta contra las políticas del Gobierno.
"Que la ira se convierta en derrocamiento" se podía leer en una de las pancartas.
Grecia lleva viviendo protestas multitudinarias ya hace casi dos semanas debido al accidente que se produjo la noche del 28 de febrero, cuando un tren de pasajeros chocó frontalmente con uno de carga al norte de la ciudad de Larisa, lo que causó 57 muertos, en su mayoría jóvenes universitarios.
Las movilizaciones seguirán también la próxima semana en el marco de una huelga general de 24 horas, convocada para el jueves por los sindicatos de los sectores privado y público, GSEE y ADEDY, y que tiene como principal demanda que se encuentren a los "verdaderos culpables" por el "crímen" de Larisa.
El pasado miércoles más de 40.000 personas, según la policía, y hasta 60.000, según algunos medios, se manifestaron en Atenas en el marco de una huelga general del sector público, una de las movilizaciones más grandes de los últimos años en el país.
El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, ha asumido la responsabilidad política por el accidente y ha reconocido que en el tramo donde se produjo no habían medidas de seguridad que podrían haberlo evitado.
Hasta el momento han sido imputados cuatro funcionarios de la compañía estatal de Ferrocarriles OSE, entre ellos un jefe de estación que ha reconocido ante la Fiscalía que puso al tren de pasajeros en la misma vía que un convoy de mercancías que venía en sentido contrario.
El accidente y la oleada de indignación ciudadana que ha desatado se produce a menos de dos meses de las elecciones generales, cuya fecha no se ha fijado todavía, aunque, según los medios griegos, el día más probable para su celebración sería el 21 de mayo.