Pedro Sánchez afirmó que su esposa, Begoña Gómez, fue la primera que le aconsejó no dimitir, en medio de los cinco días de reflexión que se tomó para decidir si continuaba al frente del Gobierno español.
El mandatario hizo esta afirmación en una entrevista en Televisión Española, horas después de confirmar que se mantenía al frente del Ejecutivo, tras analizar si valía la pena seguir en su cargo ante la campaña de "acoso y derribo" que -afirma- la derecha y la ultraderecha políticas y mediáticas están impulsando contra él y su esposa.
Según explicó el líder socialista, su mujer, que no tuvo conocimiento de su "periodo de reflexión" hasta que publicó su carta a la ciudadanía en las redes sociales, le dijo desde el primer momento que siguiera adelante.
"Ella fue la primera que me dijo que no dimitiera", recalcó, señalando que el pasado miércoles no tenía decidido renunciar, pero sí estuvo presente esa posibilidad después.
Sánchez subrayó que necesitaba parar, y que los cinco días transcurridos no los olvidará ni personal ni políticamente, tras las movilizaciones que hubo en España en su favor y en defensa de la democracia.
Esas movilizaciones, argumentó, han servido para abrir un debate sobre qué hacer "contra la mentira, la crispación, la insidia, la difamación y la perversión del debate público".
"Esos cinco días los necesitaba yo y la propia ciudadanía (...) No es un tema que me afecte sólo a mí personalmente; es un tema que afecta a la democracia", sostuvo.
"EL ACOSO SE VA A REDOBLAR"
Consultado respecto a si hace alguna autocrítica, señaló que es la de no haber actuado antes frente a este problema. Anunció que hablará con el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo (del conservador Partido Popular), y con el resto de diputados y líderes en el Congreso, aunque está convencido de que la "persecución" se incrementará.
"Con los diputados, líderes parlamentarios de la oposición, por supuesto que sí, voy a hablar con todos ellos (...) pero escuchando a Feijóo sé por dónde va a ir. Estoy convencido de que esta persecución, este acoso, se va a redoblar; no van a parar", afirmó el jefe del Ejecutivo español, que criticó que la derecha lo presente como el "enemigo de la democracia".
Las respuestas de Sánchez en la entrevista con la televisión pública española llegan después de que, tras cinco días de incertidumbre política y social, hoy decidiera seguir al frente del Gobierno español, "con más fuerza que antes, si cabe".
Sánchez tuvo en vilo esos días tanto a la sociedad española como a su propio equipo de Gobierno y sus militantes, que salieron en masa el fin de semana para pedirle que no se fuera.
La decisión del líder socialista llegó después de que un juzgado de Madrid aceptara investigar a su mujer por un presunto delito de corrupción y tráfico de influencias, tras una denuncia presentada por el autodenominado sindicato Manos Limpias, de extrema derecha.
Ellos mismos reconocieron horas después que la denuncia se podría basar en informaciones periodísticas que podrían ser falsas.