Kimberly Cheatle, directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, asumió la responsabilidad por el intento de magnicidio en contra del expresidente Donald Trump durante un mitin del Partido Republicano en Butler, Pensilvania.
A días del atentado, Cheatle dio una entrevista a ABC News y señaló: "Esto es algo que nunca debió haber ocurrido. Lo que diría es que el Servicio Secreto es el responsable por la protección del expresidente. La responsabilidad recae en mí, yo soy la directora, esto fue inaceptable y algo que no debe volver a ocurrir".
A pesar de que distintos parlamentarios estadounidenses solicitaron su renuncia, la alta funcionaria dijo que su intención es continuar: "Nos mantendremos transparentes y comunicativos con la ciudadanía", aseveró.