El presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, autorizó este miércoles la apertura de un juicio político con fines de destitución contra la presidenta de ese país, Dilma Rousseff, tras considerar procedente una acusación contra la mandataria por irregularidades fiscales ocurridas en 2015.
Cunha anunció su decisión en una rueda de prensa en la que aclaró que no encontró ninguna objeción para rechazar la acusación y en la que dijo lamentar haber autorizado un proceso que, en su opinión, el país necesitaba enfrentar.
"Es autorizar la apertura, no dar un juicio de mérito; será la comisión especial que podrá acoger o rechazar el pedido de impeachment", manifestó a periodistas el presidente de la Cámara Baja.
"No hago esto con ninguna felicidad, sé que es un gesto delicado en un momento en que el país atraviesa una situación difícil" desde el punto de vista tanto económico como político, añadió Cunha.
Los partidos de la oposición que buscan que Rousseff abandone el cargo presentaron el pedido en septiembre y acusan a la presidenta de violar las leyes fiscales del país y manipular las finanzas públicas para lograr la reelección el año pasado.