Con un encuentro mundial de baile, el país altiplánico reclamó como suya esta danza ante lo que consideran una apropiación en naciones vecinas como Chile o Perú.
El acto central se realizó este domingo en la plaza Murillo de La Paz y se replicó en 74 ciudades del mundo.
Un gran festival de baile que se replicó este domingo en 74 ciudades del mundo y que tuvo su epicentro en Bolivia, buscó patentar de que la danza de los caporales tiene su origen y pertenece a ese país.
El acto central se realizó en la plaza Murillo de La Paz, donde residen los poderes Ejecutivo y Legislativo, y contó con la participación de cientos de bailarines que lucieron los trajes y mostraron los particulares pasos de esa danza, una de las más representativas del país.
"Expresar ante el mundo, con el respeto que merece, que los caporales son de Bolivia y serán de Bolivia toda la vida", dijo en su alocución la ministra boliviana de Culturas, Wilma Alanoca, momentos antes de iniciar la muestra coreográfica del baile original de La Paz.
Alanoca lució un traje blanco con bordados de colores que habitualmente tiene hombreras y botas con cascabeles grandes que generalmente los utilizan varones y que en menor proporción lo lucen algunas mujeres, aunque con algunos arreglos para éstas últimas.
La ministra señaló que la "única manera" de que el patrimonio cultural de Bolivia no sea objeto de plagio es mediante el conocimiento de la historia y haciendo que los bolivianos actúen como "embajadores" y como "guías de cultura".
El evento se identificó como el segundo Encuentro Mundial de Caporales bajo es lema "100 por ciento boliviano" y se desarrolló simultáneamente este domingo en varias urbes bolivianas.
También, gracias a la labor de la comunidad boliviana en el exterior, se bailó caporales en Santiago, Lima, Quito, Buenos Aires, Sao Paulo, Nueva York, Madrid, Barcelona, Londres, Tokio y Pekín, según se explicó en el acto.
La intención de los organizadores establecer una asociación entre la danza y su raíz boliviana de manera que se reconozca su origen y se eviten las distorsiones que alteran elementos como su música, vestimenta y coreografía.
Esas modificaciones se aprecian principalmente cuando el baile se exhibe en manifestaciones culturales en algunos países vecinos a Bolivia.
El principal representante de la Organización Boliviana de Defensa y difusión del Folclore (OBDEFO), Napoleón Gómez, manifestó que el evento busca "sentar soberanía" de Bolivia sobre la danza que es masivamente bailada en el carnaval, festividades regionales y celebraciones urbanas de distinta índole.
Los orígenes del baile se atribuyen a la familia Estrada-Pacheco de La Paz, que se inspiró en el personaje del caporal de la saya, un ritmo de la región paceña de los Yungas, que se concentra una importante población afrodescendiente, y que muestra la relación de los capataces con los esclavos.
El caporal en concreto se caracteriza por saltos, giros, zapateos de tacón y vistosas coreografías sincronizadas que, en el caso de los varones, relucen gracias a un vestuario plagado de lentejuelas y bulliciosos cascabeles en las botas.
Las mujeres suelen exhibir un sobrero tipo hongo, un vestido con hombreras con un escote discreto, además de una pollera corta que se agita con el permanente movimiento de cintura de los pasos.
