Revelan la verdad del rescate a niños atrapados en cueva de Tailandia
A todos se les dijo que los menores fueron preparados y salieron buceando, pero no fue así.
A todos se les dijo que los menores fueron preparados y salieron buceando, pero no fue así.
Doce niños y su entrenador de fútbol permanecieron más de dos semanas atrapados en una cueva en Tailandia, en un caso que mantuvo atento al mundo entero a mediados de 2018. Pero su rescate no fue como las versiones oficiales lo contaron.
El libro "The Cave" (La cueva), del periodista Liam Cochrane, reveló que los rescatados no salieron buceando como se creía, en la operación que les permitió salir con vida.
Según consignó el portal australiano News, los menores fueron sedados y esposados con el objetivo que el rescate fuera exitoso.
El libro señala que los rescatistas informaron a los padres, y a todos, que enseñarían a los niños a bucear, les colocarían los implementos necesarios y saldrían a la superficie acompañados de buzos.
Sin embargo, era imposible pues los túneles para escapar eran muy estrechos y la visibilidad casi nula. Por lo mismo un experimentado ex SEAL tailandés, que se ofreció voluntariamente, murió en medio de la operación.
La situación era compleja: Los menores y su entrenador estuvieron varios días sin comida y en completa oscuridad, mientras el clima empeoraba con lluvias y la caverna se inundaba cada vez más.
Los rescatistas y un médico idearon un plan: los sedarían con una combinación de tres drogas para aliviar su miedo, dormirlos y reducir la saliva en su boca, evitando que se ahoguen. Para ello también sellarían máscaras de oxígeno a sus caras y los cargarían hasta la salida.
Los efectos de las drogas debían durar tres horas, el tiempo necesario para hacer el recorrido hasta la superficie.
La intención también era evitar que los menores entraran en pánico y se quitaran la mascarilla en medio del viaje, poniendo en riesgo su vida y la del buzo.
La salida no fue fácil: Cada vez que un niño ingresaba al agua, dejaba de respirar por unos 30 segundos. Uno de ellos era muy pequeño para la mascarilla; otro se quedó atrapado con un cable en el túnel y hubo que liberarlo; y otro menor despertó en medio del operativo, por lo que lo sedaron nuevamente.
Finalmente todos despertaron a la salida y fueron socorridos sin problemas.