Diversos diputados del oficialista frente argentino Cambiemos presentaron este viernes una denuncia penal contra la oposición kirchnerista por las agresiones registradas el pasado jueves durante una sesión en la que el Gobierno buscaba aprobar una polémica reforma del sistema de jubilaciones.
"Presentamos una denuncia penal hace algunas horas en el marco de la violación del articulo 241 del Código Penal", explicó ante la prensa el diputado Nicolás Massot.
Ese artículo especifica que "será reprimido con prisión de quince días a seis meses" quien perturbe el orden en las sesiones de los cuerpos legislativos nacionales o provinciales, en las audiencias de los tribunales de justicia o donde una autoridad esté ejerciendo sus funciones.
Asimismo, la legisladora y fundadora de Cambiemos Elisa 'Lilita' Carrió remarcó en su cuenta de la red social Twitter la iniciativa, presentada "con otros legisladores" contra "el kirchnerismo" por las "agresiones" durante el pleno.
"Es muy reprochable la actitud violenta y desestabilizadora de esta sesión, que constituye un delito por parte de varios partidos como el Frente para la Victoria (peronismo kirchnerista), el Frente de Izquierda, el Movimiento Evita y el Frente Renovador con cierta complicidad", señaló Massot.
La sesión parlamentaria fue convocada por el Gobierno para tratar la reforma de jubilaciones, que prevé cambiar el coeficiente mediante el cual se ajustan periódicamente los ingresos de los jubilados.
Sesión aplazada por disturbios
Sin embargo, tuvo que ser cancelada después de que el oficialismo aceptase aplazarla por los graves disturbios generados dentro y fuera de la Cámara por el rechazo de la oposición y los sindicatos al proyecto.
"Como nosotros rechazamos la violencia yo le pido al señor presidente que levante esta sesión escandalosa", expresó, en medio del acalorado pleno, la diputada Carrió al titular de la Cámara de Diputados, el también oficialista Emilio Monzó.
Finalmente este aceptó levantar la sesión, a pesar de haber determinado, 45 minutos antes, que podía celebrarse por supuestamente contar con la presencia de la mitad más uno (124) del total de legisladores, 257, algo que había empeorado aún más el ambiente, con gritos e insultos de los diputados opositores, por considerar que no era verdad y había pasado además la hora prevista de comienzo.
Antes y mientras se desarrollaban los problemas dentro del recinto, graves incidentes se registraban en la plaza donde se ubica el Congreso, cuando agentes de Gendarmería y de la Policía arrojaban gases lacrimógenos y balas de goma ante los manifestantes, que, convocados por las principales organizaciones sindicales, presuntamente tiraban piedras y quemaron contenedores y autos.
Los enfrentamientos dejaron, según la oposición, varios diputados heridos y hubo además varias decenas de detenidos.
"No vamos a caer en el juego de los violentos"
Posteriormente a lo sucedido, el Gobierno acusó a la oposición de actuar con violencia para bloquear el debate y justificó la represión de las protestas en las calles.
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, declaró ante la prensa el jueves que el Gobierno de Mauricio Macri no va a caer "en el juego de los violentos" y seguirá impulsando la reforma, que según el Ejecutivo es fruto del "consenso" con los gobernadores de provincias y "refleja" la posición de la mayoría en el Congreso.
No obstante, el oficialismo buscará de nuevo el próximo lunes que el Congreso consiga debatir la reforma.