La "megacausa" de la ESMA -Escuela de Mecánica de la Armada, donde funcionó la mayor cárcel clandestina del régimen, y donde estuvieron detenidas ilegalmente cerca de 5.000 personas- comprendía 789 casos de crímenes de lesa humanidad.
El histórico proceso, que duró cinco años y en el que estaban imputadas 54 personas -militares y civiles- concluyó el miércoles en Buenos Aires con una extensa lectura de sentencias que duró más de cuatro horas, y con numerosos integrantes de organismos de derechos humanos congredados a las puertas de los tribunales.
El Tribunal Oral Federal 5 de Buenos Aires condenó a prisión perpetua, entre otros, a Jorge Eduardo "El Tigre" Acosta, ex capitán de fragata y ex jefe de Inteligencia y del Grupo de Tareas de la ESMA; el ex capitán de corbeta Ricardo Miguel Cavallo, extraditado desde España en 2008, y el ex capitán de la Armada y agente de inteligencia Alfredo Astiz, conocido como el "Ángel Rubio" o "El ángel de la muerte".
Entre quienes también recibieron la máxima pena están Adolfo Miguel Donda, Juan Antonio Azic, Jorge Carlos Radice, Juan Carlos Rolón, Carlos Guillermo Suárez Mason y Gonzalo Torres de Tolosa.
Jorge Eduardo "El Tigre" Acosta y Alfredo Astiz -alias "Ángel de la muerte"- fueron sentenciados a la pena máxima. (Foto: Clarín)
Además de los 29 condenados a reclusión perpetua, el tribunal sentenció a 10 de los imputados a penas que van desde los ocho a los 25 años de prisión.
Muchos de los condenados ya contaban con condenas previas en otros juicios por delitos en la dictadura. Once de los 66 imputados originalmente en este juicio murieron a lo largo del proceso y otros tres fueron apartados por razones de salud.
"Aquí hay muchos sobrevivientes que han sufrido en carne propia la aplicación de las políticas llevadas adelante por quienes hoy están siendo juzgados", dijo a la agencia EFELiliana Belforte, víctima del terrorismo de Estado de Argentina y comunicadora social.
A las puertas del tribunal, situado justo frente al edificio central de la Armada argentina, Belforte lamentó que este juicio haya tenido "muchísimas dilaciones" y sostuvo que, aunque hubiera querido que la Justicia actuara "con muchísima más severidad", el proceso resulta un "paliativo" para los sobrevivientes y los familiares de las víctimas.
En el juicio participaron 400 sobrevivientes de la ESMA. (Foto: EFE)
Este ha sido el tercer juicio que se realiza por delitos cometidos en la ESMA, pero ha sido el más prolongado de ellos y, por la cantidad de imputados, los casos comprendidos y el números de testigos -entre ellos 400 sobrevivientes- ha sido considerado el mayor proceso por delitos en la dictadura celebrado hasta ahora por la Justicia penal en Argentina.
"Ha sido el juicio más largo en cantidad de imputados y en cantidad de víctimas", destacó a EFE Diego Adur, sobrino de Claudio César Adur, detenido desaparecido en 1976 junto a su esposa, Bibiana Martini.
Secuestros, torturas, homicidios y apropiación de menores son algunos de los horrores ventilados en este juicio, entre ellos los escalofriantes "vuelos de la muerte", en los que se arrojaba al mar a personas secuestradas.
Entre otros casos emblemáticos, el juicio incluyó las desapariciones de la joven sueca Dagmar Hagelin, de la dirigente de la guerrilla Montoneros Norma Arrostito, de las religiosas francesas Léonie Duquet y Alice Domon y de Azucena Villaflor, fundadora de las Madres de Plaza de Mayo.
Los jueces absolvieron a Juan Ernesto Alemann, ex secretario de Hacienda del gobierno dictatorial; al piloto de la línea aérea holandesa Transavia y marino retirado Julio César Poch, extraditado desde España; y a los también exmilitares Ricardo Jorge Lynch Jones, Roque Ángel Martello, Rubén Ricardo Ormello y Emir Sisul Hess.