El líder del bloque conservador y favorito de los comicios que se celebrarán el 23 de febrero en Alemania, Friedrich Merz, reiteró su rechazo a una posible alianza con la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) aún después de que en Austria se esté perfilando una formación de gobierno con los partidos análogos.
"Si lo hiciéramos, estaríamos vendiendo el alma de la CDU", dijo en alusión a la Unión Democristiana (CDU), que encabeza, en una entrevista con la televisión pública el viernes noche.
Así, dio su palabra de que con él como líder su formación jamás cooperará con la AfD, segunda en las encuestas con entorno al 20% de los votos y por delante de los socialdemócratas del canciller Olaf Scholz, que se quedarían en el 15%.
"Sí, lo mantendré. Vinculo mi futuro como presidente de la CDU a esta respuesta", aseveró Merz, que según auguran los sondeos podría obtener alrededor del 30% de los votos, lo que no será suficiente para gobernar en solitario.
Con respecto a los motivos por los que rechaza la cooperación con la ultraderecha, el líder conservador contestó de forma taxativa: "No vamos a trabajar con un partido que es xenófobo, que es antisemita, que tiene a radicales de derechas en sus filas, que tiene a criminales en sus filas, un partido que coquetea con Rusia y que quiere abandonar la OTAN y la Unión Europea", enfatizó.
La ultraderechista FPÖ fue la fuerza más votada en Austria en las elecciones parlamentarias de septiembre y, después de que fracasasen las conversaciones de coalición entre otras fuerzas, ha recibido el encargo de formar gobierno, presumiblemente con los conservadores.
Lo que ocurre en Austria demuestra que "a los populistas de derechas no hay que allanarles el camino al poder", dijo Merz, que rechazó la opción de "domesticar o hacer entrar en razón" a la ultraderecha.
Hasta ahora todos los partidos alemanes han mantenido el denominado "cordón sanitario" contra la AfD y han rechazado cooperar con ella a nivel federal y regional, aunque a nivel local algunas voces de la CDU se muestran favorables a revisar el cordón sanitario, sobre todo en el este del país donde la ultraderecha es fuerte.
Dándole las gracias a Elon Musk, Alice Wiedel fue proclamada candidata de AfD
La colíder de AfD Alice Weidel fue ratificada formalmente este sábado como candidata a las elecciones del 23 de febrero, elegida de forma unánime por los delegados al congreso de la formación en Riesa (este de Alemania), que comenzó con dos horas de retraso después de que miles de manifestantes bloquearan los accesos a la localidad y al propio salón de congresos.
La ultraderechista agradeció su labor a la Policía que, según dijo, tuvo que "liberar" su auto "de una turba de izquierdas dispuesta a la violencia" y se refirió a los manifestantes como "nazis pintados de rojo".
También dio las gracias al magnate estadounidense Elon Musk, que ha expresado su apoyo a la formación ultraderechista alemana y entrevistó a la propia Weidel esta semana, por retransmitir en directo el congreso en su plataforma X: "¡Freedom of speech! (libertad de expresión)", gritó la dirigenta en inglés.
La colíder del partido ultraderechista resumió a continuación algunos de sus planes en caso de que lograse formar parte del Gobierno, algo poco probable ya que el resto de partidos se han comprometido a mantener el cordón sanitario.
Así, se comprometió a "cerrar las fronteras sin resquicios y rechazar en ellas a todos los ilegales o sin papeles" y "enviar al mundo el mensaje de que las fronteras están cerradas", además de poner en marcha "deportaciones a gran escala".
"Si se le quiere llamar remigración, que se le llame remigración", dijo entre aplausos, usando el controvertido término de la extrema derecha que engloba la expulsión de los inmigrantes de los países occidentales, así como de las personas con raíces extranjeras.
Weidel, que es lesbiana, también cargó contra la ideología "queer-woke" y gritó ante el entusiasmo de los delegados que, si la AfD llega al poder, cerrará todos los programas de estudios de género en las universidades alemanas.
Finalmente, criticó al bloque conservador CDU-CSU, favorito en las encuestas, por copiar el programa de la AfD: "Voten al original", instó Weidel a los ciudadanos, antes de concluir: "los alemanes quieren libertad, quieren libertad individual, quieren libertad empresarial, queremos libertad".
Scholz acusó "viejas recetas" de Merz
En paralelo, el actual canciller, Olaf Scholz, fue elegido formalmente este sábado como candidato del Partido Socialdemócrata (SPD), tras pronunciar un alegato contra AfD y contra el CDU-CSU.
Los 600 delegados que participaban en el congreso socialdemócrata en Berlín aclamaron a Scholz por abrumadora mayoría, con solo cinco votos en contra.
"Esto es desolador, no podemos tomar nota sin más", afirmó Scholz, apuntando implícitamente al peligro de que el favorito de las encuestas, Merz, pudiera romper su promesa de no cooperar con la AfD, en vista de que no tendrá previsiblemente mayoría absoluta para gobernar.
"Hay fuerzas que recurren a incitar y dividir como modelo político", dijo, en alusión a AfD, y recalcó que sin embargo, "la mayoría de Alemania lo sabe" y apoya por ello a las fuerzas democráticas.
Scholz habló de un mundo en el que la situación es "malditamente seria", a causa de la guerra de Ucrania, el ascenso del populismo y el nacionalismo de derecha y también la incertidumbre sobre las relaciones con Estados Unidos tras la toma de posesión de Donald Trump.
"Alemania está en la encrucijada. Si el 23 de febrero tomamos la salida que no es, nos despertaremos en otro país", aseguró.
Scholz acusó a su principal rival de querer aplicar "viejas recetas" y hacer política "sobre las espaldas" de la gente, con un programa austero que supondrá, según dijo, recortes en la sanidad y pondrá en riesgo las pensiones.