La selección de Suiza logró su cuarta clasificación a un Mundial de fútbol de manera consecutiva, tras empatar 0-0 este domingo con Irlanda del Norte en Basilea y dominar su serie de repechaje con el 1-0 logrado en Belfast por la ida.
Al igual que en la ida, Ricardo Rodríguez fue el héroe del cuadro helvético después de salvar un gol cantado en los descuentos.
El lateral izquierdo de origen chileno fue el verdadero protagonista de los dos partidos. Si en el primero marcó de penal para la victoria de Suiza, en el segundo y decisivo sacó de la línea de gol un remate de Jonny Evans que pudo mandar el duelo a la prórroga (90+2').
El cuadro norirlandés tenía un reto de proporciones inmensas. Necesitaba un repunte ofensivo para llegar a un torneo en el que no participa desde México 1986.
Los rojiblancos se inclinaron con la posesión y se anotaron con las situaciones más amenazantes a lo largo del trámite gracias a Xherdan Shaqiri y Haris Seferovic, quienes sin embargo fallaron siempre en el último momento.
Suiza supo aguantar el renovado empuje de su rival tras el descanso y volvió a su esquema para desperdiciar tres ocasiones seguidas, una de un desafortunado Seferovic y dos de Breel Embolo sobre los 80'.
Así, una Suiza que no fue tan brillante como en la fase de clasificación, donde ganó nueve de los 10 encuentros, sufrió en la repesca y al final consiguió el esquivo premio, un boleto para el Mundial de Rusia.