El historiador español Mario Amorós, autor del libro "Neruda, el príncipe de los poetas" destacó el trabajo de investigación judicial realizado en torno a la muerte del poeta nacional, que durante la semana pasada estableció que "es altamente probable" la participación de terceras personas en el deceso del escritor.
En conversación telefónica con Lo Que Queda del Día, Amorós destacó que "Neruda es una figura de una universalidad que a uno le impacta", tras lo cual explicó parte de la indagación que desarrolló por cuatro años para escribir la biografía del autor, que se presentará próximamente.
Durante la conversación, el historiador enfatizó en que "la investigación judicial, por parte del ministro Mario Carroza, que ha sido muy acuciosa. Yo he podido, como muchos periodistas, ver el sumario y realmente hay un esfuerzo de la justicia chilena, del Gobierno chileno, de la Brigada de Derechos Humanos de la Policía de Investigaciones que ha hecho un trabajo ejemplar en intentar aclarar las cosas de la muerte de manera rigurosa".
Comentó que en su trabajo pudo acceder al Archivo de Historia Social y Política de Moscú, que es público, en donde leyó "un archivo con documentación soviética. Allí hay varios documentos del Partido Comunista de la Unión Soviética sobre Neruda y hay decenas de artículos en la prensa sovietica, que he conseguido que me traduzcan, y que se van a publicar por primera vez en el libro", los que abarcan los años 1949 a 1973, posterior a la muerte del poeta.
"Hay un documento concreto, muy importante para la historia de Chile, que es del primer viaje de Neruda a la Unión Soviética en junio del '49. Estaba la ley maldita en Chile y Neruda, como dirigente del Partido Comunista, explica al PC soviético qué había pasado para que el partido hubiera sido ilegalizado", contó.
De todas maneras lamentó que durante la escritura de la biografía "ni yo ni la investigación judicial lo han logrado aclarar" las circunstancias de la muerte del poeta y quiénes podrían haber estado involucrados.
Subrayó que "el documento del Programa de Derechos Humanos recoge la denuncia que contextualiza de manera rigurosa todos los antecedentes que hay en el sumario para justificar que el Programa de Derechos Humanos se haga cargo de la investigación".
"Realmente se ha avanzado poco, más allá de la denuncia de (Manuel) Araya, en quienes pudieron estar implicados en esa supuesta inyección letal, y por tanto estamos a expensas de que el equipo de científicos internacionales pueda decir si en los restos del poeta hay sustancias que permitan hablar de una muerte inducida, con intervención de terceros", remarcó, concluyendo que "yo confío en lo que digan los científicos y la justicia chilena".