El exsecretario, chofer y colaborador del poeta nacional Pablo Neruda, Manuel Araya, falleció a los 77 años en el Hospital Claudio Vicuña de San Antonio, Región de Valparaíso.
Según se informó, Araya se encontraba en el recinto asistencial hace más de una semana tras sufrir un problema cardiovascular el pasado 12 de junio.
El hombre de confianza de Neruda fue una de las primeras personas en cuestionar la versión oficial que daban al cáncer avanzado de próstata como la causa de muerte del Premio Nobel de Literatura, acusando que en realidad había sido asesinado producto de una inyección letal el 23 de septiembre de 1973.
"Neruda era un peligro para (Augusto) Pinochet. Acuérdense de la guerra española y de los refugiados que se llevó en el Winnipeg. A Pinochet no le interesaba que se fuera del país por ningún motivo", fue parte de lo que declaró Araya en febrero pasado, reafirmando su postura del envenenamiento.
Esas declaraciones se dieron días después de que peritos internacionales entregaran a la jueza del caso Neruda un informe crucial sobre la bacteria hallada en 2017 en los restos del poeta y que, según adelantó la familia, es una prueba concluyente de que fue envenenado.
Los restos del exsecretario del destacado poeta serán velados en su domicilio en la comuna de San Antonio.
PC EXPRESÓ "SU PESAR" POR LA MUERTE DE ARAYA
A través de una declaración pública, el Partido Copmunista (PC) expresó "sus sentimientos de profundo pesar ante la partida de quién fuera secretario, chofer y colaborador de nuestro Premio Nobel de Literatura, Pablo Neruda, el compañero Manuel Araya Osorio".
"Sin duda que Manuel Araya fue clave con su testimonio, su gestión y su valentía para que existieran los elementos que dieron pie a la querella por la muerte del poeta que presentó el Partido junto con su familia y que da origen a la investigación judicial, aún en curso, pero que acerca la verdad sobre las reales causas de la muerte del poeta", señaló el PC en el escrito.
Además, destacaron que "estuvo siempre a disposición de esa investigación judicial y bregó con todas sus fuerzas para que no sólo el legado de nuestro Premio Nobel perdurara sino que también se impusiera la verdad sobre su muerte".